Las vendas de la justicia están sobrevaloradas.
La balanza de la justicia, sin embargo.
De la misma manera un cigarro quema las ansiedades.
Todos morimos por ello. Trato justo.
El trato injusto está en la letra chica.
Pequeño Ramiro ojos verdes.
Por las calles vagó perdido en la pasta base.
Fue el mejor de su escuela básica.
Le trajo gran orgullo a sus padres y grandes preguntas a sus profesores.
Murió a los 16 años de sobredosis.
Inocente.
Y derramamos flores en una tumba para evadir el miedo.
El trato injusto está en la letra chica.
Chico Roberto, cojo pa los cabros.
Por la vida le negaron trabajo por no tener educación.
Y cuando lo dejaron trabajar, ganó una mierda.
Su hijo fue a un colegio bueno gracias a la pasta base
que le vendía a los pendejos de su población.
Murió asesinado por Ramiro el de los ojos verdes.
Ramiro de los ojos verdes y rojos y perdidos.
Inocente.
Y derramamos en vano flores en una tumba para evadir el miedo.
El trato injusto está en la letra, cuando no se sabe leer.
Felipe Espinoza, carabinero de la nación.
En la calle marcha en dirección contraria a la gente.
Se abre paso con la luma en la mano entre gente agitada.
Gente que pide educación. Gente que pide trabajos dignos.
Ellos son su enemigo. Enemigos de la paz y el órden.
Amigos de la desesperación y el desamparo, todos.
Golpeó niños y viejas. Golpeó al que indicara su superior.
Temió a ser golpeado por su superior.
Murió por una bala perdida.
Inocente.
Y derramamos flores en una tumba para evadir el miedo.
El trato injusto está en el contrato que te caga, y que debes firmar.
Martín Huenquimay, sangre mapuche.
Le ardió el hoyo cuando le dijeron araucano como a su abuelo.
Ese es el nombre que le dieron los que lo querían matar.
Los que lo querían defender, usaron sus colores.
Hablaron sus palabras.
El resto solo quiso su terreno ancestral, sus signos como excusa.
Su ignorancia fue su tumba y su miedo a nada lo condenó.
Murió defendiendo su terreno. No tenía otra opción.
Un balazo de un uniformado le dió cierre a su canción.
Inocente.
Y derramamos flores en una tumba para evadir el miedo.
El trato injusto está escrito en una lengua que no puedes entender.
Y tú Federico Buenacasta, empresario y político.
Tu tenías opción.
Tenías la opción de dar un trabajo justo bien remunerado.
Tenías la opción de comprar una tierra en vez de robarla.
Tenías la opción de educar a tu gente, en vez de estafarla.
Tenías la opción de crecer amor en tu corazón.
Tenías la opción de ver el sufrimiento de tu hermano.
Tenías la opción de ver el sufrimiento de tu hermano.
Tenías la opción de ver el sufrimiento de tu hermano.
Tenías la opción de ver el sufrimiento de tu hermano.
Y solo viste por tí y la peste de tu descendencia egoísta.
Hoy día en frente a estas 4 tumbas.
Amarrado a este tronco seco de canelo. Árbol sagrado.
Arderás porque rápido prende la pasta base a tus pies.
El papel de las biblias prende muy rápido.
Arderás en el fuego de un fósforo de madera.
Te condeno a morir, bastardo del demonio.
A cosechar lo que has sembrado.
Sembraste desesperanza.
Sembraste indignidad.
Sembraste abandono.
Sembraste embuste.
La humareda mas hermosa.
Vendas y balanzas.
Vendetas y balazos.
Que nadie va a llorar por un hijo de puta así.
Es lo que queda para hacer un trato justo.
Firme aquí.
miércoles, 27 de mayo de 2015
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