Sentimos comunicarle que usted está muerto.
Tanto mejunje, tanto agazajo.
Sentimos comunicarle que lo enterraron por cierto.
Entre risas, ironias y una manga de pelagatos.
Sentimos comunicarle que lo echaremos de menos.
Lloraremos mucho en su funeral.
Sentimos no haberle dicho antes que usted era bueno.
Todos los muertos sonreirían si a esa altura importara ya.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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