lunes, 30 de agosto de 2010

El hombre de Entre El Polvo

Traido a la vida. Nuevamente.
Por manos que desconoce. Por motivos claros.
Eres necesitado en este mundo como siempre.
Hombre del polvo, vuelve, sé despertado.

Apoderate de mi aliento, llename de ideas.
De cosas que todos habíamos olvidado.
Que dejamos en el fondo de nuestras cabezas.
Que nos hace olvidar lo necesario.

Te recuerdo como siempre, siendo arrojado al suelo.
Despojado de toda ropa, apuntado por tantos dedos.
Y como conoces lo que es eterno. Lo cierto.
Sacudes de tí el polvo que amas,
Te paras sin un rasguño y resuelto.
Hay cosas que tienen que pueden esperar supongo.
Pero todos los relojes siempre llegan a cero.

Me vi entre la duda. Mi cabeza se nublaba siempre.
Me vi entre la rabia. A mis ojos el desacierto.
Me vi entre el polvo. Un lugar que tu conoces.
Y tu mano cuando no sabía pararme.
Me vi soplando como el viento.

No se nada pero tengo todo claro.
No tengo claro lo que venga de ésto.
Solo quiero que el polvo que respiras.
Sea tu fuerza. Sea tu anhelo.

Enfrentame. Esta es la hora.
El hombre de entre el polvo me lo indicó en un sueño.
Fueron sabias palabras de historia.
Otorgame el espíritu, porque nada tiene dueño.

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