Y debe ser la mil-gésima vez que peleamos.
Y es cuando usas ese bello tono de voz.
Y te creo, y sabes de lo que estas hablando.
Te odio con todo mi corazón.
Y me llamaste bruto, pelotudo, egiosta y fanfarrón.
Lapsos de incomunicación para amigos.
Que se besan y esperan el regreso del que se vá.
Te odio y no quiero bailar contigo.
Tremulante viaje hacia los confines de tus miedos.
Un paseo que me aterra en Fantasilandia.
La nave tripulada de banderas inciertas.
Te odio porque hace frío y te pasaré mi bufanda.
Besemonos bajo un manzano.
Al calor de la pelea pasaremos el frío.
Te odio porque te amo.
Ya nada tiene sentido.
jueves, 16 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)