A veces he sentido ganas de pensar en ti.
Casi siempre es un cacho. Casi siempre soy solo yo.
Decirte cuanto te eché de menos sin filtrar.
No filtrar siempre es un cacho. No es que sea solo yo.
Dejar el vano afan de las canciones mamonas.
Casi todas son sueños. Casi nunca creeria cantar yo.
Dejar el recuerdo en un vaso que veo acabar.
Ojala siempre fuera tan fácil. Ojala al hacerlo fuera yo.
Pero nunca luchar, siquiera en intentos timidos.
También dejaría de importar todo. Habria sido solo yo.
No hay que llorar tanto para poder apreciar.
Apreciar el gusto de sonreir solo. Mucho tiempo sin esa sensación.
Hasta que uno dice basta de esta capa y de la espada.
Porque ni distinguen ni defienden. El daño no puedo pararlo yo.
Respira una bocanada de aire nuevo y fresco.
Apreciar algo bello al pasar. En el mismo lugar donde fuiste a penar.
Resucitar algo de adentro. Caminar con paciencia. Empezar.
Recordar que siempre estará dentro. Y que nunca mas quede atrás.
Gracias por haberte acordado. Gracias por quedarte a hablar.
Gracias por preocuparte tanto. Te has ganado un lugar especial.
Por darme tu pena en honesto regalo. Que yacía en tu caja de cristal.
Porque creo que soy importante y me aprecias un monton.
Porque luchamos la batalla y aunque sangramos, fuimos vencedor.
Cada día. Cada vez que lloremos por algo.
Cada vez que me digas algo de corazón.
Miraré el techo o el cielo que me tape. Dire: Adios señor trauma. Adiós.
viernes, 23 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)